VACACIONES EN PAREJA: que la ilusión no se convierta en pesadilla
Las estadísticas hablan solas: la mayoría de las rupturas sentimentales se producen después de unas vacaciones en pareja.
Son pocos los que han hecho un viaje con su compañera sentimental sin haber tenido algún roce o discusión. Aunque al regresar nos guste presumir de que todo ha ido a las mil maravillas, sabemos las dificultades que conlleva ponerse de acuerdo o tomar decisiones consensuadas en pleno viaje. «Establecer unas reglas antes de partir, y ¡cúmplelas!
Diana y yo llevamos 2 años viajando, en los que hemos visitado lugares impresionantes y hermosos, pero también un poco peligrosos y complejos, en el que tienes que poner los cinco sentidos para que todo salga bien. No os vamos a negar, ni queremos presumir, que todo ha ido sobre ruedas, pero nos hemos impuesto algunas reglas de oro, que hasta ahora, nos han funcionado bastante bien. De hecho, tras varios viajes de larga duración y escapadas, seguimos siendo pareja y felices.
A continuación, os las redactamos, con el fin de que podáis disfrutar de unas bonitas y románticas vacaciones en pareja y, sobre todo, sigáis siéndolo una vez volváis de las mismas.
Elegir destino
La base para unas buenas vacaciones en pareja se sustenta, en gran medida, en elegir un destino que agrade a los dos. Aun siendo personas similares, con los mismos gustos y aficiones, es muy normal que haya diferencias en cuanto a gustos o preferencias a la hora de elegir un país para las próximas vacaciones.
Elección salomónica
Podemos solucionar esta cuestión de una forma salomónica, o no. Y pongo un ejemplo: es muy fácil elegir un destino súper complicado, como por ejemplo Etiopía, si sabes que el peso de la organización del viaje lo va a llevar tu pareja. Si acabáis de llegar de otro viaje complicado, puede que no le haga mucha gracia.
Nosotros lo tenemos fácil: por mi trayectoria viajera, me toca planificar los viajes internacionales con una duración de más de una semana, mientras que Diana planifica las escapadas de fines de semana en coche.
Para la elección del destino, solemos intercambiar países con difícil planificación, como Japón, con otros a los que vamos a descansar y a disfrutar de la naturaleza y playas, como Filipinas.
Un ejemplo: en 2017 visitamos Japón y Nueva York, lo cual nos dejó un poco saturados de grandes urbes, rascacielos y tener que utilizar siempre el metro para desplazarnos, por lo que nuestra elección para el 2018 fue Indonesia: playas exóticas, relax y moto de alquiler para desplazarnos por sus islas.
Planificación previa
Para una buena planificación previa, es muy importante estudiar bastante bien el país de destino, sus sitios imprescindibles, sus virtudes y defectos, sus peligros, sus transportes, su comida, su sanidad, y así unas cuantas cuestiones básicas más que nos harán disfrutar del lugar elegido y del viaje, pero también nos evitará perder tiempos en desplazamiento o coger alguna enfermedad durante el mismo.
Vuelos
Aunque parezca que no tiene mucha importancia, elegir bien los vuelos os hará tener una buena base para disfrutar del viaje. No es lo mismo elegir el primer vuelo barato que veamos, si éste va a tener una duración del doble de lo que necesitemos para llegar a nuestro destino, o con escalas de bastantes horas.
Sería recomendable que ambos buscáramos conexiones, ya que para obtener un buen vuelo se necesitan hacer bastantes comprobaciones previas y días de búsquedas.
Alojamiento
Aquí viene el primero de los problemas. Ya con nuestro destino elegido, con la ilusión intacta y 0 mosqueos, nos ponemos a elegir hoteles, hostels, Couchsurfing, backpakers o Airbnbs para el alojamiento. Nos dejamos llevar por los comentarios que vemos en Booking o Agoda, pero tenemos que tener en cuenta dónde estará nuestro radio de acción y qué visitaremos en la ciudad dónde nos alojemos.
Si buscáis playa, no es bueno quedarte en una casa alejada de la costa a más de 1 hora de camino, por muy buenos comentarios que tengan en las plataformas de reserva. Por ello, es importante estudiar bien nuestras preferencias y saber situar dónde estará nuestro radio de acción en el país, ciudad, pueblo o playa a la que vayamos.
Muy común en pareja es decir: “mira que buen alojamiento he encontrado y a qué precio”, con una respuesta simple: “pero si está a una hora de la playa más cercana”, puede derivar en “encima de que busco un alojamiento chulo y barato…”
Lugares a visitar
Al igual que con el alojamiento, hay bastantes parejas que se lanzan a la aventura y no localizan los lugares a los que les gustaría ir. Hacer un buen listado antes de emprender el viaje os ahorrará bastante tiempo y disgustos. Si vais sin saber qué hacer o a dónde ir, empezarán los problemas serios. Perderemos bastante tiempo y energías, iremos a las oficinas de turismo, no sabremos cómo utilizar el transporte público para moveros por la ciudad o para ir de una a otra, y un sinfín de problemas que os agotará física y mentalmente.
Por supuesto, empezarán los problemas y las recriminaciones del porqué no se hizo antes o el “deberías haberlo previsto”. Normalmente ocurre el segundo o tercer día, por lo que, si el viaje es largo, puede convertirse en un verdadero calvario, y desearéis volver a casa cuanto antes.
Puntualidad
Conflicto, conflicto, conflicto… Es tan importante, que la falta de puntualidad nos puede arruinar un viaje por completo. Debemos ser conscientes de que si llegamos tarde a algún enlace de avión o tren, el itinerario deberá ser modificado en su totalidad, y todo el trabajo previo no habrá servido de nada.
Igualmente, antes de irnos a dormir debemos fijar la hora de salida para el día siguiente, en función de lo cansados que estemos y de cuántos lugares vayamos a visitar. Y sobre todo, estar siempre preparados a la hora acordada.
Transportes
No hagáis caso a vuestro excelente sentido de la orientación con el que nunca os perdéis: si queréis evitar problemas o perderos durante el viaje en una gran ciudad o circulando con una moto de alquiler por una isla, utilizar Google Maps.
Es muy común ver en los viajes a parejas con mapa en la mano, uno señalando hacia un lado y el otro, por supuesto, hacia el opuesto.
De verdad, en urbes como Tokio, Nueva York o Beijing, la intuición y el sentido de la orientación pueden servir de poco después de un día entero dando vueltas por la ciudad. No os perdáis el post: Cómo utilizar Google Maps Offline: Amplia guía
Dinero
Olvidaros de llevar todo el dinero solo una persona y una tarjeta de crédito para los dos. Lo aconsejable es llevar dos tarjetas de crédito cada uno, por si falla alguna, y el dinero que prevemos gastar durante el viaje.
Es bueno hacer un bote para las comidas que hagamos juntos, pero para nada es aconsejable que una persona lleve todo el dinero y la otra tenga que depender de él para comprar una simple botella de agua.
Cuando lleguéis al destino, cambiar una cantidad de dinero cada uno y poner un bote común. Los regalos y caprichos los compráis cada uno por su cuenta y con su tarjeta de crédito.
Fotografías
¿Tema delicado? No, lo siguiente. ¿Quién no quiere inmortalizar el momento en cada uno de los sitios visitados? ¿A quién no le gusta verse lo mejor posible en cada una de las fotos realizadas para para colgarlas en las redes sociales? ¿Cuántas veces tenemos que repetir las mismas fotos porque no han salido del gusto de la pareja? ¿Y si no te gusta la fotografía, pero tu pareja es una fanática de las cámaras réflex y tiene que buscar el mejor plano, luz, inclinación y sujeción para que la foto salga perfecta?
Problema asegurado.
Un ejemplo: si a nuestra pareja le gusta las compras, podemos utilizar el tiempo que gaste en las tiendas para poder buscar lugares y hacer las mejores fotos con total tranquilidad. También nos podemos dividir y quedar a una hora determinada en algún punto
Comidas
Si al final del viaje contabilizáramos el tiempo que hemos utilizado al día en cada una de las actividades, la comida y, sobre todo, buscar un buen restaurante para comer, estaría ubicado en uno de los primeros lugares de la lista.
Al igual que otras muchas cuestiones, sobre todo si viajamos a grandes ciudades y tenemos claro qué queremos visitar, sería muy conveniente buscar previamente restaurantes cercanos a los puntos señalados que tenga buenas críticas y precio.
En caso contrario, perderemos muchísimo tiempo buscando y eligiendo restaurantes que se adapten a nuestras preferencias, con el consiguiente desgaste y, por supuesto, mosqueos y disgustos.