Teníamos muchas ganas de ver la floración del cerezo de los pueblos del Valle del Jerte. Había leído algo sobre el tema, y sobrepesaba en mi la duda de ir en plena floración o hacerlo un poco antes.
Motivo: la gran cantidad de personas que se dan cita cuando los cerezos están en su plenitud, hacen muy pesado el viaje, siendo algo irritante circular por sus carreteras.
La página oficial del Valle del Jerte, bastante currada, informa en todo momento del estado de la floración. Fuimos con un 15 % y vimos paisajes bastantes bonitos: http://www.turismovalledeljerte.com/cerezo-en-flor
Nueva experiencia Couchsurfing
Una nueva experiencia Couchsurfing me esperaba, siendo ésta especial por ser la primera de Diana.
Muchas eran las preguntas que me hacía sobre cómo funcionaba la comunidad Couchsurfing y cómo era ir a casa de alguien, sin pagar nada y encima que compartan algo de sus vidas con nosotros.
¿Qué es Couchsurfing?
Si también te preguntas o no sabes de que va la comunidad Couchsurfing, te lo explico todo aquí: https://www.viajarsiningles.com/couchsurfing-que-es/
Por respeto nunca publicaré los nombres y fotos, a menos que me lo permitan, de los Couchfuring con los que nos quedemos. En esta ocasión nos alojamos en pleno centro de Cáceres.
En cuanto a la familia, estaba compuesta por una pareja súper amable, sus dos peques y una perrita, la cual nos acompañó durante toda la primera noche.
Nos cedieron un colchón y dormimos en el salón de su casa. Habían visitado algulos de los lugares en lo que ya había estado, como India, por lo que las conversaciones fueron muy amenas.
Taberna Sir Lancelot
La primera noche el chico nos invitó a acompañarlo a La Taberna Sir Lancelot (situación), Pub medieval situado en el centro de Cáceres, cuya decoración y ambientación te hacen retroceder a esa época.
Nuestro amigo tocaba música irlandesa con un grupito de amigos, lo que hacía el local mucho más acogedor y singular.

Antes de empezar el recital, nuestro apetito ya se hacía notar, por lo que fuimos al centro de Cáceres a tomar algo. Y descubrimos, ya en noche cerrada, la belleza medieval de Cáceres.
Edificios de piedras y su luz tenue, nos embrujo. Tomamos algo rápido, hamburguesas y unos refrescos, y volvimos de inmediato a La Taberna. No nos queríamos perder la música celta.
Un par de copas, mezclada con notas irlandesas, puso fin a nuestra jornada.
Volvimos al hogar de nuestros nuevos amigos, en la cual nos esperaba la que iba a ser nuestra compañera de sueños, su perrita.
Sábado 2 de abril
Recorrido por los pueblos del Valle del Jerte
Nos levantamos temprano, ya que la jornada iba a ser muy intensa. Teníamos por delante una hora larga de camino hasta llegar al Valle del Jerte.
Paramos a desayunar en un lugar poco recomendable. Nada más salir de Cáceres dirección Plasencia se encuentra el Restaurante Gallo (ubicación).
Dos medias tostadas con jamón, zumo de naranja y dos cafés, 9,60 €. Su pan duro y el jamón normalito, sinónimo de clavada en toda regla.

Una hora de camino nos lleva hasta Cabrero. Hay muchos blogs que recomiendan visitar bastantes pueblos del Valle del Jerte.
Mi recomendación, constatada con el mejor guía que podía haber encontrado, un agricultor local súper amable, es moverse en la carretera circular que une los pueblecitos de Cabrero y Casas del Castañar.
Aquí se concentran la mayor parte de los cerezos que se pueden observar en todo el Valle del Jerte.
Como dijimos al principio, tiene que ser una pasada verlos todos en flor, pero también algo sufrible por la aglomeración.
Por suerte, vimos varios cerezos en su máxima explosión de color.
Garganta de los Infiernos
De ahí pusimos rumbo a La Garganta de los Infiernos. Unos 40 kms de recorrido, haciendo parada para almorzar en el municipo de Jerte.
Oferta gastronómica en los pueblos del Valle del Jerte
Parece que la oferta gastronómica de los pueblos del Valle del Jerte está destinada a los cientos de autocares que llegan cada año por esta época, por los que los restaurantes ofrecen menús en torno a los 9-20 euros.
Por ejemplo, comimos en el Bar-Restaurante La Caldera por 11 € el menú. La calidad normalita y el precio en temporada.

La Garganta de los Infiernos
Llegamos al centro de interpretación de la Garganta de los Infiernos. Hay dos caminos para llegar hasta la zona de Los Pilones. Uno va por un camino forestal bien asfaltado, y el otro por medio del bosque, caminos angostos entre la arboleda que deja vistas bastantes bonitas.
Finalmente subimos por el bosque y bajamos por el camino forestal.

Una vez llegamos a la zona de las piscinas naturales, pulidas por el paso del agua del desliehelo durante años, disfrutamos con las imágenes que, una vez más, la naturaleza nos regala.
Puerto de Honduras
Una vez abajo, tras una hora de camino aproximadamente, partimos hacia Hervás, parando antes en el Puerto de Honduras, a 1440 m de altitud, en el que el paso del invierno aún deja sus huellas en forma de nieve.
La carretera, tanto de subida como de bajada, es un poco complicada por las curvas, por lo que el trayecto, de unos 40 kms, se hace pesado y se tarda en hacerlo más de una hora.

Nada mas llegar a Hervás nos da un bajón tremendo de tan intenso día, por lo que siento deciros que no puedo contar nada de éste pueblecito, del que nos hablaron muy bien.
Finalmente, cafelito, siesta en el coche y de vuelta a Cáceres.

Ruta Nocturna por Cáceres
La noche anterior nos ofrecieron una ruta teatralizar nocturna por Cáceres. Nos gustó la idea y decidimos realizarla. La hicimos con el grupo Insertus y estuvo bastante bien llevada y teatralizada.
Te enseñan la historia de Cáceres desde la ocupación mora y los secretos de algunas de sus casas y edificios. Una vez más, nos sorprendió la belleza de la Cáceres medieval.
El precio es razonable, 10 € por persona.
Cena rápida y a descansar del día tan intenso.

Despedida de nuestros Couchsurfings y visita a Trujillo
Visita obligada es el municipio de Trujillo. Al igual que Cáceres, tiene un diseño medieval, siendo muy placentero pasear por sus calles.
Queríamos almorzar en el centro de la plaza, pero algunas de las ofertas gastronómicas no nos gustaban, y en el que vimos interesante se tenía que reservar con antelación, por lo que al entrar, directamente nos invitaron a salir sin dar tiempo ni siquiera a ver el local, muy amablemente, eso sí.
Era un asador, y el nombre es «La Alberca», pero lo dicho, por favor reserven anteriormente, si no quieren que le inviten a salir nada más entrar.
Como no nos hizo gracia ni los restaurantes de la plaza ni de los alrededores, recomendamos comer donde lo hicimos: «Restaurante Sandra», buena calidad, atención y cantidad por el módico precio de 12 euros el menú.
FIN DEL VIAJE
Otra siestecilla antes de partir y poner punto final a nuestra escapada para visitar los pueblos del Valle del Jerte y Cáceres.