Siempre recordaré una de mis malas experiencias con el inglés en los viajes.
Después de un larguísimo viaje de 48 horas hasta Kuala Lumpur, previa escala y visita a Dubai, la recepcionista del hostel donde me alojaba me ofreció una toallas para esa noche, a lo que respondí con un no rotundo al entender que me estaba ofreciendo visitar una torre. Mi toalla estaba muy húmeda de las playas de Dubai, por lo que me tuve que secar con una camiseta.
No quiero decir con esto que no puedas viajar sin saber inglés, de hecho, yo he viajado durante 15 años sin distinguir towel de tower, pero saber el idioma lo hará mucho más interesante a la hora de conversar con otros mochileros que te encuentres, descubrir nuevos lugares, buscar alojamientos y disfrutar mucho más del viaje.
¡O para no tener que secarte con una camiseta!
Mi inglés, al igual que muchos de los de mi generación, es muy básico y elemental. Cuando estudiaba el Inglés no era lengua obligatoria en la educación española.
Además, tampoco me gustaba mucho, por lo que su estudio era para mí una obligación para pasar de curso.
Viaje a Filipinas
El viaje a Filipinas en mayo del año 2016 me planteaba un nuevo reto. En mis viajes nunca tuve problemas para enfrentarme directamente solo al inglés, ya que viajaba en un grupo en el que había gente que lo hablaba, o cuando lo hacía solo y por mi cuenta, el destino no era de habla exclusivamente inglesa, como por ejemplo en el norte de Marruecos.
Diana tampoco habla inglés, por lo que mi motivación para empezar de una vez a estudiar en serio, ya la tenía.
En enero de 2016 compramos los vuelos y mi preocupación avanzaba, ya que Filipinas requería de muchos transportes y desplazamientos, siendo el inglés el idioma principal y casi único para los turistas.
Así que me puse manos a la obra con el método que ha cambiado mi relación con el dichoso inglés, pasando de odiarlo, a cogerle gusto y simpatía, todo ello con ¡sólo 20 minutos al día de estudio!
Pero tranquilos, esto no es el típico anuncio de cómo volverte millonario en 1 mes. De hecho yo no os voy a vender nada, solo quiero contaros cómo he llegado a entender y poder mantener una conversación básica en inglés en tan solo 6 meses de estudio.